lunes, 25 de febrero de 2019

¿Cómo ahorrar?

Esta vez hablaremos de cómo ahorrar, ¿qué cosa? ¿Con la situación como está? Sí, cómo ahorrar en estos tiempos. Es más, cómo ahorrar ganando poco. ¿Cómo? Pero si ahorrar en sí mismo es difícil, ganando poco es imposible, ni que fuera mago. Cómo voy a ahorrar si no me alcanza para vivir o en el mejor de los casos lo que gano me alcanza con las justas…

Pues comencemos por definir el ahorro. El ahorro es lo que gano menos lo que gasto. Ese dinero sería nuestro ahorro o, en todo caso, nuestra capacidad de ahorrar. Entonces ya tenemos una primera definición: Ahorro = Ingreso - Gasto. Si tenemos un ingreso de 1,000 y gastamos 900, nuestro ahorro es 100.

Pero… Si nos queda 100 es probable que nos lo gastemos, ¿verdad? ¿Sí o no? La práctica de ahorrar es un hábito que debemos cultivar, contra lo que cualquiera pudiera decirnos. Así que para comenzar debemos plantearnos metas de ahorro realistas. Por ejemplo, de los 1000 que gano… ¿Qué tal si ahorro 50? Ok, entonces tenemos 50 de ahorro y los otros 50 que llamaremos pequeño fondo para otros gastos.

Pero incluso en ese momento la cosa no es tan sencilla porque todo lo tendremos en nuestra cuenta de sueldo. ¿Cómo? Sí, el problema es que tendremos los 1000 siempre a disposición en nuestra cuenta, a un clic de distancia si tenemos la App del banco en nuestro cel o a un pago con tarjeta de nuestra cuenta.

¿Qué debemos hacer? Hay una práctica que nos podría ayudar. ¿Cuál es? Es una que muchos llaman “págate a ti mismo”.  ¿Cómo? Así como lo escuchan. Lo podemos hacer de la siguiente manera, pero necesitamos dos cuentas y si es en bancos diferentes mejor. El pago llega a nuestra cuenta de sueldo e indicamos al banco que nos transfiera el dinero que queremos ahorrar a la otra cuenta, así que nos pagamos 950 y depositamos en la otra cuenta y/o banco 50. La idea es tener esos 50 que decidimos ahorrar fuera de nuestra vista y alcance. ¿Por qué es mejor en otro banco? Porque de esa manera la cuenta ahorradora tendrá una tarjeta específica con la cual podremos acceder a ella y si no bajamos la App del banco, mejor. La cosa es olvidarnos que existe ese dinero y guardar la tarjeta que nos de el banco.

Así podremos ahorrar de una manera constante, cierto que ahorraremos poco, pero por algo se comienza porque como decíamos el ahorrar es un hábito. Por ello no debemos desanimarnos si es que no logramos hacerlo de la manera que pensamos en un principio.



El primer paso para ahorrar es tomar la decisión de hacerlo, pero esto por sí mismo no basta. ¿Cómo que no? No, por sí mismo no basta y no basta porque nuestro ahorro no tiene una justificación, no tiene un objetivo. Y esto es lógico, ¿por qué?


Continuemos con el ejemplo, voy a ahorrar 50 todos los meses para, digamos, para irme de viaje, para comprarme una casa o un carro, pagarme la universidad, o, si tenemos hijos, para crear un fondo para su educación. El poner un propósito a nuestro ahorro hace que lo pensemos dos veces antes de gastarnos lo ahorrado e incluso hará que aumentemos las cantidades de ahorro mensual.


¿Qué otras maneras tenemos para ahorrar? Hay gastos que uno ni se da cuenta que hace. Por ejemplo, a media mañana la galleta con la gaseosa, hagamos matemáticas sencillas: un paquete de galletas 50 céntimos y una bebida chica 1 sol, tenemos 1.5 soles diarios, si trabajamos de lunes a viernes en un mes tendremos 33 soles, anualmente son 396 soles. Mira tú…


Otro gasto hormiga, si vivimos a 10 o 12 cuadras del trabajo… ¿Por qué no caminar? A china la ida y a china el regreso, 1 sol diario, mensualmente son 22 soles , anualmente 264… Y en este punto no hay disculpas. Ok, vivo muy lejos. Tomo un bus que me deja a 10 o a 8 cuadras del trabajo, camino. En Lima tenemos una ventaja, nunca llueve. Así que podemos caminar tranquilos que no nos mojaremos, claro, a menos que se rompa una cañería de Sedapal, pero esa es otro historia.


Otra manera de ahorro. Después de almorzar, el café dos soles, mensual ahorraremos 44 soles, anual 528 soles. Y así podemos seguir, con los cigarrillos, el maquillaje, la peluquería, etc, pero hagamos un cálculo de cuánto podríamos haber ahorrado: 50 soles mensuales de nuestros sueldos hacen 600 soles anuales, el ahorro en las galletas más la gaseosa 396, más el ahorro por caminar 264, más el café 528. Todo suma: 1788. Esos gastos son los llamados “gastos hormiga”, son chiquitos, pasan desapercibidos y uno comprende su real dimensión cuando se queda sin dinero en los bolsillos.


Importante es presupuestar nuestros gastos necesarios e innecesarios. Si vamos a hacer las compras semanales, podemos hacerlas en los mercados y en los supermercados. Uno no excluye al otro, con el Internet podemos estar al tanto de los precios en los supermercados. El comparar el bueno. Por ejemplo, las papas, hay más variedad en los mercados y los precios son mejores. En cambio en los supermercados muchas veces son más baratos los productos envasados.


Un paso importante, es no enduedarte. Casi todos tenemos una tarjeta de crédito, pero cuidado, no todo lo que brilla es oro. Una ventaja de las tarjetas de crédito es el pago diferido a fin de mes, o el pago en cuotas de un bien o servicio para el cual no tenemos el suficiente dinero para comprar al contado, por ejemplo una computadora. No todo lo que brilla es oro porque igual tendremos que pagar lo que compremos con esa tarjeta. Debemos tener muy claro qué es lo que compramos con tarjeta y qué al contado. La tarjeta de crédito muchas veces hace que gastemos más de lo que tenemos para gastar en el mes. Por ello, siempre es bueno apuntar nuestras compras, todas. Apuntar las compras en efectivo y las compras con tarjeta de crédito.


¿Es bueno tener tarjeta de crédito? Sí, claro. Y es bueno porque nos hace tener una historia crediticia. Una historia de buen pagador hará que cuando requiramos un crédito para comprar un auto o una casa, el banco nos quiera prestar porque somos cumplidos en nuestros pagos. Otra cosa, no es bueno pagar el mínimo que sale en los estados de cuenta de las tarjetas de crédito porque ese monto no incluye nada del monto que adeudamos, solo los intereses. Además no debemos olvidar que los intereses de las tarjetas de créditos son altísimos y peor si hablamos de los créditos de consumo, estos superan fácilmente el 100% anual.


También podemos ahorrar reduciendo por ejemplo algunos lujos. Por ejemplo, si nos gusta ir al cine a las salas más caras, pues vayamos a las más baratas, y no solo eso podemos ir ya comidos para no comprar la canchita cinemera que cuesta un ojo de la cara y su bebida más. En todo caso, podemos pagar por un servicio de video streaming como Netflix que, muy a pesar de la velocidad del Internet acá en Perú, cuya resolución y velocidad es bastante bueno. Si es que la casa o departamento donde vivimos no es nuestro, podemos buscar un sitio donde paguemos menos, algo que esté dentro de nuestro presupuesto, que nos permita ahorrar y tener un mejor nivel de vida y, sobre todo, paz monetaria para llegar tranquilos a fin de mes. Dejar de ir a restaurantes caros también puede ser un ahorra importante.


Un gasto que pocos toman en cuenta es el de la luz. La luz es cara, hace muchos años dejó de estar subsidiada. Así que si tienes cocina eléctrica, cambiala por una de gas, verás el cambio en tu recibo mensual de luz. Si tienes una terma eléctrica, enciéndela media hora antes que la uses y luego apágala, no la dejes encendida todo el día.


Una manera de comenzar a ahorrar sería crear un fondo de emergencia, para cubrir enfermedades, visitas al médico, al dentista, reparaciones de emergencia en la casa.


El ahorro puede ser una buena manera de unir a la familia porque todos se involucran en alcanzar un objetivo, ya sea los estudios universitarios, algún viaje, la compra de una casa o un auto, la compra periódica de equipos para la casa, etc.
Como les dijimos al principio, el ahorro es un hábito y los hábitos se crean. Se dice que basta que uno haga algo por 21 días para que quede como hábito, así que… ¿Qué esperamos para comenzar a ahorrar?

miércoles, 28 de diciembre de 2016

EL "FUTURO MAGNÍFICO" DEL PERÚ SEGÚN CHRISTINE LAGARDE


Christine Lagarde también estuvo en Lima para la APEC y se reunió con PPK. El viernes 18 de noviembre recibió el grado de Miembro Honorario del Claustro de la Universidad del Pacífico y dio una charla magistral llamada “Aprovechar las oportunidades que brinda una economía mundial en proceso de cambio”, aquí los puntos que nos parecen los más interesantes.


Christine Lagarde



Anotó que el progreso ha disminuido la pobreza extrema en el mundo ha bajado a un dígito en 2015 y la expectativa de vida se ha incrementado, a nivel global, de 31 años en 1900 a 71 años actualmente. También dijo que entre 1970 y 2008 las exportaciones mundiales de bienes y servicios se multiplicaron por nueve, se triplicó el ingreso medio en los países emergentes y en desarrollo, y el ingreso medio en las economías avanzadas creció más del doble, lo cual hizo que millones de personas salieran de la pobreza.

Mencionó que el ingreso medio en Perú asciende a 6,000 dólares, “gracias a la adopción de políticas macroeconómicas adecuadas y al auge del comercio de materias primas, combinados con un mejor clima de inversión y la creación de programas de protección social más sólidos. En otras palabras, la apertura al comercio no garantiza el éxito, pero sin ella Perú no estaría donde está hoy”.

Una de los efectos colaterales del comercio y la innovación es que la brecha entre los que más tienen y los que menos tienen se ha incrementado. Que este problema se ha visto aumentar en la economías avanzadas y que aunque Ameríca Latina ha visto disminuir esta brecha, es la región más desigual del mundo.

En Estados Unidos y Gran Bretaña los electores han dado muestras de que quieren un crecimiento de sus ingresos y la promoción de los empleos, además de señalar su preocupación en materia migratoria, comercial y tecnológica. Lo que se necesita es un desarrollo más inclusivo, un crecimiento más inclusivo.

Christine Lagarde dijo que este año el Perú crecería 4% en este año y el que viene, que incluso era probable que esa cifra fuera mayor. ¿Cómo lograr ese “futuro magnífico”? Apoyando la creación del empleo juvenil e implementando las reformas necesarias para diversificar la economía.

Para transformar la economía peruana se deben aprovechar las condiciones existentes. Primero, acelerar la reforma educacional. Segundo, aumentar la inversión en transporte, telecomunicaciones, energía, agua y saneamiento. Tercero, promover una mayor inclusión financiara. Mencionó que a medida que el crecimiento sea más inclusivo, la formalización de la economía crecerá y por ende la productividad, acompañada de economías de escala y mayor acceso al sistema financiero.

Finalmente dijo que los economistas estábamos en la posibilidad de reescribir la historia de una manera brillante y crear un clima de apertura, inclusión y prosperidad.

¡Qué bacán! ¡Wow! Pero si esto es más de lo mismo… Cierto es que tenemos la posibilidad de cambiar la histEria de nuestro país, que somos una economía lo suficientemente pequeña para no ser importante y crecer y pasar piola, pero también es muy cierto que se necesita de un compromiso serio de los organismos internacionales para ir cambiando la característica principal de nuestra economía, la de productora, explotadora y exportadora de materias primas…

En los años 90 se habló mucho los Swaps (intercambios de deuda por inversión), ahora podría plantearse los Swaps por educación o algún otro sistema similar. Si queremos entrar en la OCDE y no ser el México de la organización en materia de educación, debemos intentar ser creativos e invertir en educación, por ejemplo.

jueves, 25 de febrero de 2016

Business Model Canvas - Modelo de Negocios Canvas

La traducción más exacta sería "Lienzo de Modelo de Negocios", pero no vamos a entrar aquí en discusiones lingüísticas. El "Modelo de Negocios Canvas" es un sistema para organizar ideas de negocios antes de comenzar a realizar un estudio serio como un plan de negocios, un estudio de factibilidad o un proyecto de inversión.

Trabajardesdecasasi.com

El Lienzo está dividido en 9 partes que son las vitales en un negocio y permite plasmar nuestras ideas en poquísimo tiempo.

  1. Propuesta de Valor: Qué problemas de los consumidores resolvemos, qué necesidades satisfacemos. Las características principales del producto o servicio que ofreceremos.
  2. Segmento de Mercado: A quiénes va dirigido nuestro producto o servicio.
  3. Canales de Distribución: Cómo va a llegar el producto a los clientes. Detallamos todos los canales de distribución que utilizaremos.
  4. Relación con Clientes: Cómo tener clientes, qué relación tener con ellos, cómo mantenerlos y qué hacer para que incrementen sus compras.
  5. Fuentes de Ingreso: Cómo cobraremos por nuestro producto o servicio, el modelo de ingresos y las políticas de precios.
  6. Recursos Clave: Qué necesitamos para que nuestro negocio esté ene marcha.
  7. Actividades Clave: Cuáles son las tareas y estrategias para que el negocio funcione.
  8. Socios Clave:  Los accionistas, administradores (en caso contratar a alguien), los proveedores (de materias primas, de productos, de partes, de crédito, etc.)
  9. Estructura de Costos: Determinamos cuánto nos cuesta el poner en marcha nuestro negocio, cuáles son los costos fijos, cuáles los variables, etc.)


Algunos comienzan por el número 2 y luego van al 1, pero me parece más lógico y sensato plantear primero la Propuesta de Valor.

La parte derecha del lienzo (2,3, 4 y 5), se refiere a los clientes y nuestra relación con ellos.
La parte izquierda del lienzo (6,7,8 y 9) tiene que ver con el funcionamiento interno del negocio.

Este modelo es muy dinámico, nos permite modificarlo conforme vamos avanzando en el negocio que queremos hacer. En línea tenemos una herramienta que se llama Canvanizer , está en inglés, pero podemos llenarlos en castellano, solo entramos en la web y listo, comenzamos a llenar nuesto lienzo.

¿Te animas a comenzar a organizar tu idea de negocios? ¿Qué te parece este modelo?

jueves, 18 de febrero de 2016

Obama: Segundo Round

A principios de 2010 escribí para la Revista Economía & Tabasco un artículo sobre las expectativas de las gestiones en política económica de Obama durante su segundo año de gobierno.
Hace un año el mundo asistía con interés y esperanza a la toma de protesta del primer presidente negro en la historia de los Estados Unidos, Barack Obama, quien asumía el cargo en medio de la peor crisis económico financiera de la historia.
Nunca un cambio presidencial en nuestro vecino del norte había generado tal interés, y es que la crisis nos mostró la incapacidad de la administración Bush para prevenirla, además de llevar a cabo una serie de políticas, tanto internas como externas, muy impopulares tanto dentro como fuera del país.

Ilustración gracias a Zuly Flores
Durante los primeros meses vimos a Obama aplicar el multimillonario paquete de estímulo para Wall Street y para las armadoras de autos por 787 mil millones de dólares, lo cual se tradujo en la mayor intervención del gobierno en la economía de la historia, canjeando la ayuda por acciones de las empresas que se acogieron al plan para luego vender esos títulos y generar una ganancia para el estado cuando las acciones suban su precio y pase la crisis. Ese plan echó al traste todas las recomendaciones que Estados Unidos y los organismos internacionales exigen implementar a todos los países del mundo. Es cierto que sin este programa habría más desempleo en Estados Unidos, pero también lo es que el 10% de desempleo es una tasa muy alta, por lo que el ciudadano norteamericano ve como una pérdida de tiempo y de recursos el millonario plan de rescate.
La agenda de Obama en este primer año tuvo como tema principal la nueva ley del seguro médico, ello lo llevó a enfrentarse abiertamente con el Partido Republicano y a polarizar a la opinión pública norteamericana. Consecuencia de esto es el hecho de que el Partido Demócrata haya perdido hace unas semanas la elección de senador en el estado de Massachussets para sustituir al fallecido Edward Kennedy.
Si bien es cierto el programa de los 787 mil millones de dólares impidió que la crisis se hiciera más profunda, también no es menos cierto que ese dinero era también para impedir que la pérdida de trabajos. A pesar de las buenas intenciones, los créditos no subieron ya que los bancos emplearon el dinero del programa en dar crédito a las grandes empresas, en vez de hacerlo circular dentro la economía para que la pérdida de trabajos no sea tan grande.  A pesar de los propósitos del plan de rescate implantado por la administración Obama, desde que la recesión comenzó en diciembre del 2007 se perdieron 7 millones de trabajos, un poco más de la mitad de los cuales se perdieron durante el 2009.
La crisis también produjo que los precios del oro se fueran a cifras históricas, cotizándose la onza en alrededor de US$ 1,100, producto de que cada vez más inversionistas y administradores de fondos se refugian en el metal dorado para estar más protegidos. Lo cual nos lleva a pensar en qué pasaría si el gobierno quiere bajar el precio del oro, para ello no haría falta que saliera a venderlo sólo que manifestara un pequeño interés en hacerlo, entonces las pérdidas serían inmensas. La caída del precio del oro a su nivel normal comenzará a registrarse en el corto plazo, si es que los indicadores económicos comienzan a mejorar como lo esperan los especialistas.
A pesar de los mejorías en la economía y de 10 meses de alza en Wall Street, los precios de la casas están bajos (como deberían estar), los incumplimientos de la hipotecas están creciendo y los préstamos sólo están disponibles para los grandes consorcios.
Al cabo de un año, las prioridades han cambiado, el aumento de los trabajos es ahora el tema principal, además del cambio de vocabulario donde la palabra “estímulo” es asociada por la opinión pública con el regalo multimillonario a los bancos y armadoras que “no ha dada resultado alguno”, por la frase “ideas objetivo” que tendrán un impacto positivo en el sector privado para contratar nuevos trabajadores.
Obama enfrenta decisiones muy delicadas en los siguientes meses. Por un lado no puede retirar el programa de estímulos tan rápidamente porque eliminaría el frágil nivel de recuperación de la economía y, por el otro, si decide dar un impulso mayor en la creación de nuevos empleos se arriesga a alimentar la inflación.
De cualquier modo, para poder salir de la crisis de manera segura, habrá que comenzar a crear trabajos no de manera acelerada, sino lentamente, además habrá que emitir mayor deuda pública (léase mayor déficit fiscal) y subir los impuestos.
Una de las preocupaciones de siempre de siempre es el déficit fiscal, Obama piensa crear una comisión bipartidaria a fines del 2010 para que haga recomendaciones con el fin de encontrar maneras de reducir dicho déficit, a la vez que también haría recomendaciones sobre impuestos y programas como la Seguridad Social, el Medicare y el Medicaid.
En suma, el 2010 será el año en el cual debe comenzar a avanzar muy lentamente la locomotora del crecimiento norteamericano para, como es costumbre, pueda avanzar de mejor manera México.

lunes, 15 de febrero de 2016

La Nueva Legislación Bancaria

El 8 de julio del 2010 publiqué en mi blog personal un artículo sobre la Nueva Legislación Bancaria que se estaba preparando luego de la crisis. Espero que les guste.

A mediados de junio, en plena efervescencia mundialista, dicho sea de paso del peor mundial de fútbol en décadas, se publicó una nota en Internet sobre la nueva legislación que se pretende promulgar en la Unión Europea y las resistencias de los bancos a ser controlados.

Ha pasado poco más de año y medio desde el comienzo de la crisis y la legislación financiera no ha cambiado un ápice. Como recordaremos la crisis de inició como el colapso del sistema financiero incapaz de poder asumir las grandes pérdidas originadas por una serie de movimientos especulativos que llevaron a la bancarrota al sistema y con ello a las principales economías del planeta.

A principios de junio, las entidades financieras agrupadas en el Instituto de Finanzas Internacionales (Institute of International Finance) han alertado que la nueva legislación retrasaría el crecimiento y costaría millones de empleos, es que las autoridades de la Comunidad Europea pretenden elevar, entre otras regulaciones, el porcentaje del encaje bancario (porcentaje del dinero de un banco que debe mantenerse como reserva líquida).

Uno se pone a pensar y, en verdad, los bancos tienen razón. Con una menor cantidad de dinero disponible para créditos a los pequeños y medianos empresarios, que en el mundo son los que más empleo generan los negocios no podrán seguir creciendo o, en el peor de los casos, subsistiendo. Con menos recursos para prestar, los créditos se hacen más caros y escasos. Con menos dinero para prestar, los intereses de las tarjetas de crédito crecerían. Con menos dinero para prestar, el crecimiento de las economías se vería seriamente perjudicado y con ello los índices de empleo. Qué buenos y sensatos son los bancos, ¿verdad? El asunto es que los bancos han manejado, manejan, (y si las cosas siguen igual) manejaran el dinero de sus depositantes en la manera que les plazca y no van a hacerse responsables de sus errores, cuando fallen pedirán a los gobiernos un rescate que todos los ciudadanos pagarán y listo, hasta la próxima crisis.

En Estados Unidos, la reforma financiera que propone Obama se basa, entre otras cosas, en lo siguiente: cobrar una cuota de reembolso por el rescate financiero a las instituciones que hicieron uso del mismo, prohibir que los bancos crezcan tanto que constituyan un riesgo para la economía, prohibir que los bancos sean dueños de fondos o casas de inversión, imponer una mayor supervisión por parte del Estado del sistema bancario, de los fondos de inversión, de los negocios hipotecarios y de todo actor que intervenga en el sistema financiero tanto dentro del territorio norteamericano como fuera de éste. Además, recomienda la creación de algunos entes gubernamentales de control y de defensa del consumidor.

En enero de este año, Obama inició su campaña para poder “domar” al sistema financiero norteamericano, el cual gasta fortunas en lobbies en el Congreso norteamericano con el fin de impedir que se de una reforma financiera que los controle y que haga que sus operaciones sean transparentes.

Sorprende gratamente, aunque los sectores de Wall Street lo hayan catalogado como populista, el lenguaje con que el presidente norteamericano se refirió al sistema bancario el 21 de enero, traduzco un párrafo de su discurso: “Mi decisión es sólo reforzada cuando veo un regreso a las viejas prácticas de algunas de las mismas firmas que se oponen a las reforma; y cuando veo dispararse los beneficios y los bonos obscenos en algunas de las mismas firmas que claman que no pueden prestar más a los pequeños negocios, que no pueden mantener los intereses de las tarjetas de crédito bajos, que no pueden pagar una cuota para rembolsar a los que pagan impuestos por el rescate sin pasarlo como costo a los accionistas o consumidores – esos son los reclamos que están haciendo. Es exactamente esta clase de responsabilidad la que hace necesaria un reforma clara.”


Ha pasado un año y medio desde el descalabro financiero y, como Obama dice, se han recuperado gran parte de los 700,000 millones de dólares del rescate, el sistema financiero se ha visto reforzado, pero… sin ánimo de enmienda, sin el más mínimo agradecimiento hace la sociedad que ha pagado con mucho sacrificio todas sus irresponsabilidades. Se suponía que el rescate era para poner en marcha la economía norteamericana, que los recursos se iban a repartir a los pequeños y medianos. Todo fue un sueño, el rescate sirvió para que las empresas asociadas a los grupos financieros pudieran capear el temporal o, en su defecto, a refinanciar sus pasivos. ¿Y los pequeños y medianos empresarios? Pues nada.

Se han perdido en Estados Unidos cerca de 8 millones de empleos con el problema social, económico, familiar y emocional que ello trae. En un reciente intervención de Obama en la página de la Casa Blanca (www.whitehouse.org) decía que la reforma se hacía en el espíritu de que nunca más los ciudadanos tengan que pagar un rescate y que por ello debían cambiarse las leyes que precisamente llevaron a las instituciones bancarias a hacer uso de esos huecos que tienen las leyes para tomar riesgos que no supieron manejar.

Hay una pregunta que es válida: ¿Si dejábamos que los bancos quiebren qué hubiera pasado? ¿Tendríamos una crisis tan grande como la actual? ¿Estaríamos mejor? La pregunta es compleja. Los bancos siempre nos han vendido la idea de que si quiebran las economías colapsan, tienen en parte razón. En mi opinión, hubiera sido interesante y aleccionador para el sistema financiero mundial dejar que al menos un pez gordo quebrara para enviar un mensaje a los demás: “La próxima vez que hagas lo que te venga en gana, puedes ser tú el que desaparezca.” Eso implicaría una serie de herramientas y previsiones que los gobiernos deberían implementar.

En nuestros países latinoamericanos se aplica mucho aquel dicho: “Hecha la ley, hecha la trampa.” Ahora vemos que esa es una de las reglas que más practica el sistema financiero.